Cuesta aún para la mayoría comprender en estos tiempos de cambios inevitables, sobre las situaciones que irán sucediendo pues el tiempo de la venida del Señor está cada vez más cerca, la Biblia trata estos temas con tanta asertividad, eficacia y claridad para el lector en todas las décadas de la humanidad. Nadie podrá afirmar o contradecir lo que fue revelado por Dios en su Palabra para nosotros desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y continúa haciendo ello por amor de su Nombre. Los acontecimientos descritos en la Biblia son para poner de manifiesto al lector sobre las cosas que han de suceder en los últimos tiempos, no para sorprendernos ni mucho menos intimidarnos, tampoco tomarlo a la ligera sino para tomar conciencia y meditar en nuestros caminos llenos de imprudencias, mediocridades, perversidades, calumnias, hechicerías, envidias, contiendas, etc. Aquel hombre (varón y mujer, respectivamente) que toma en serio su vida espiritual es sabio e inteligente pero aquel varón o mujer que no toma en serio su vida espiritual está camino a sufrir adversidades o situaciones imprevistas que muchas veces salen de nuestro control, tales afirmaciones no son meramente mías sino de Dios y de su Palabra.
La pandemia del 2019 como la mayoría la conoce a ésta crisis sanitaria que azotó al mundo entero, sirvió para observar las debilidades humanas de cuan frágiles somos mental y emocionalmente, en varios aspectos de nuestra vida como individuos y como sociedad, no fuimos capaces de comprendernos el uno al otro en un confinamiento que duró meses y unos años más. Todos buscaban su propio beneficio e intereses personales, pocos eran los que pensaban en los demás. Sin embargo, Dios siempre estuvo al pendiente de aquellas personas pocos favorecidas por una sociedad que salió a lucrar con la necesidad del desvalido, del olvidado, del poca cosa, del mendigo, y tantos adjetivos denigrantes hacía el prójimo.
No se puede dejar de mencionar que la raíz de todos estos comportamientos es el pecado que a la mayoría ataca de diferentes maneras y contextos. A su vez, somos incapaces de reconocer nuestro mal proceder o desviamos la mirada de las consecuencias de andar en pecado por seguir nuestros propios caminos lleno de mentiras y engaños. (2 Timoteo 3: 13-17)
Evadimos nuestra responsabilidad personal sobre nuestra salvación y el camino a seguir en ésta vida cada vez más al colapso en todas las áreas de nuestra vida, escogemos lo "fácil" de la vida a nuestro entendimiento. Es cierto, Dios nos dio la capacidad de elegir lo bueno de lo malo, nos dio instrucciones generales y específicas sobre que cosas debemos elegir y sobre las que no comprendamos o no podamos elegir con la seguridad y la confianza del caso, le pidamos su guía al respecto, en cuanto al futuro personal y colectivo, se refiera. Debemos consultar a Dios en todo momento sobre las decisiones que vayamos a tomar, las cuales pueden y rigen nuestro presente en primer lugar y el futuro en segundo plano. Con la confianza que demanda una sabia e inteligente decisión cuando se pone a Dios en primera instancia, ante situaciones que desconocemos o no tengamos la seguridad de elegir las oportunidades que nos ayudan a comprender el desarrollo de las actividades que realizamos a diario, seremos capaces de ver un presente con esperanza para un futuro con expectativas interesantes y prometedoras en el tiempo, conforme al propósito de Dios para cada uno de nosotros. (Mateo 6: 31-34; Salmos 37: 4; Proverbios 3: 31, 23: 17-18, 24: 1-2)
No pierda su tiempo haciendo de las suyas frente a Dios, o pretende usted conocer mas de éste mundo que Dios quien es el artífice de toda la creación en el mundo y el universo en su totalidad, no vaya como los animales sin rumbo por la vida esperando solo la muerte como así, somos más que ellos e incluso más que los ángeles conforme a las Sagradas Escrituras. (1 Timoteo 6: 3-10; Mateo 6: 26-33; Salmos 8: 4-9)
Aprenda y sea consciente de que la vida es una, después de ella viene la muerte segunda y luego el juicio del Señor, los que murieron en el Señor resucitarán para vida eterna y los que no para condenación eterna. Los juicios de Dios no se deben tomar a la ligera pues nos advierten de las cosas que han de suceder (Apocalipsis 20: 6, 14)
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Dios siempre ha estado pendiente de nuestras necesidades físicas y espirituales, lo está y lo estará hasta el final de los tiempos. Todos somos testigos de ello a través de la historia como Dios se manifiesta a nosotros de diferentes maneras y cuan grandes son sus prodigios, sus milagros, su benevolencia, su misericordia, etc; para socorrernos en el momento oportuno. No desacredite la obra plena del Señor Jesucristo, quien se dio a sí mismo por amor a la humanidad y es ejemplo perfecto de obediencia, de compasión y es digno de toda honra, gloria y honor por todos de los siglos, amén. Sea firme en sus decisiones, muchas veces nos cuesta tomar decisiones sobre algo que sabemos que nos afecta espiritual y físicamente hablando, nos esforzamos en nuestras propias fuerzas para alcanzar misericordia y gracia delante de Dios, creemos en nuestro corazón y mente que las acciones que hacemos está bien a nuestro juicio pero el hecho es que estamos más alejados de la verdad de las Escrituras, citando algunos ejemplos, la mayoría cree que haciendo rituales, baños de florecimiento, invocando espíritus del más allá (en realidad son demonios que toman control de las personas que los invocan), brujería, idolatría y cuanta cosa puedan hacer la mayoría de las personas por la expiación de sus pecados. No haga tales cosas que solo afectan su vida espiritual más y más. (Deuteronomio 5: 8-10; Efesios 2: 8-10; 1 Corintios 6: 9-11)
Pida sabiduría e inteligencia espiritual a Dios si no la tiene, Dios se lo dará en abundancia con el propósito de abrirle quitarle el velo de la ceguera espiritual en la que camina en este mundo cada vez más al deterioro y el caos. Bendiciones abundantes, guarde su vida delante de Dios y a su familia también.
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